POEMA MIL
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Tú me llamas viejo
porque miro fijo tus ojos tiernos
y me acerco lento buscando tu
aroma
tu belleza endiablada y tu juvenil
hablar
Tú me dices viejo
porque ya no temo a los errores
y al no querer ser tan sensato
procuro una sonrisa de tus labios
Si el cuerpo soporta lo que la
mente acepta
si la juventud se desvanece a
quienes no han vivido
si las niñas crecen y guardan sus
muñecas
y los serpenteantes ríos traspasan
cordilleras y valles
Por qué no puede un indómito como
yo
soñar con el ancho azul de tus
cielos
y la larga silueta de tus curvas
Allí resurges tierna y rebelde
brotando encantos y palabras
libre de estructuras verticales
y buscando compinches clandestinos
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